España tiene unas condiciones excepcionales para la práctica de actividadesturísticas basadas en el caballo. La equitación, especialmente si se práctica en elexterior conecta sentimientos, cultura, naturaleza y deporte. No es posibleencontrar mejores ingredientes para el turismo. Por eso hay cada vez máspropuestas que apuestan por el turismo y el caballo. Una sinergia, que en paísescomo Francia, Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, se ha desarrollado conmucha más intensidad.
A pesar de nuestra tradición histórica en el mundo del caballo, este sector haestado en declive desde 1950 hasta finales de siglo con una constante caída en elnúmero de caballos. La expansión de nuestra economía y el aumento de la rentaque se produce en los noventa cambian esta situación. Se incorporan nuevosjinetes, ganaderos y profesionales y aparecen nuevas demandas de ocio, lo que hafavorecido el desarrollo de diferentes actividades ecuestres, la cría de razas purasy las posibilidades para el turismo ecuestre.
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